Eu Etopa, siempre ha tenido claro que Jinámar merece algo mejor. Por eso, desde su labor como monitora de actividades extraescolares, forma parte del crecimiento del barrio apoyando a sus pequeños alumnos, escolares de entre 4-12 años, a mejorar sus habilidades personales y a aumentar su autoestima a través del baloncesto.
Desde hace años Eu, como la conocen los vecinos de la zona, abandonó San Cristóbal para mudarse a la que hoy es su casa, Jinámar. Un barrio que ,en contra de lo que muchos de sus allegados creían, le ha aportado tranquilidad y desarrollo personal además del profesional.
Una media de 40 niños, gracias a Jinámar en nuestras manos y a sus padres, son el motivo de su orgullo jinamero. Familias del Valle que confían en ella, en el deporte y el juego como herramienta complementaria en la educación y crecimiento de sus hijos.