El mercadillo es uno de las zonas más transitadas por nuestros vecinos y vecinas del barrio de Jinámar. En este video conoceremos más de cerca a sus protagonistas.
«La rutina que tengo es levantarme muy temprano,
poner hierros y traer fruta fresca.
Nos levantamos a las 4 de la mañana,
estamos aquí a las 4 y media, 5.
Nosotros vendemos fruta y verdura que viene fresca de Mercalaspalmas de los agricultores.
Nosotros somos una asociación de nueva creación, llevamos un año.
Parte de la recaudación que tengamos aquí la destinamos a personas necesitadas de Jinámar.
- Falta un palo largo ahí, ¿no?
Es el mejor mercadillo que hay,
porque es el más amplio, el más abierto,
es una zona súper segura,
está súper bien controlada por el Ayuntamiento y por toda la gente.
Como una pequeña familia de los domingos.
Todo el mundo se apoya, todo el mundo te ayuda,
todo el mundo todo.
Con todo el mundo nos llevamos bien y con todos nos ayudamos unos a otros.
Desde pequeño, mi abuela siempre me trae todos los domingos.
Siempre nos hemos comprado las cosas aquí de reyes y demás.
Y a mí me encanta venir.
Me siento en familia.
- Muchísimas gracias, hasta luego, ¡buen día!
- ¡Chocolate, millo, papas, arándanos!
Para mí los comerciantes tienen un valor muy importante,
ya que tienen un trabajo muy esforzado.
Cuesta levantarse a las 5 de la mañana,
mantener un puesto, montarlo, demontarlo.
Nos traen productos de calidad.
Pues hoy compré unas cebollitas y unos pimientos para hacer de comer, para hacer la comida hoy.
Me gusta porque yo necesito estar ocupada y necesito estar entretenida.
Y entonces, para mí la mejor labor que hago es esto.
- ¡20 mascarillas a 1 euro!
Mi trabajo me gusta porque trabajo para mí misma e intento sacarme un sueldo.
A mí me ha aportado toda la vida mi seguridad en mi casa, en mi vida y trabajar para mí mismo.
Lo podemos llamar como un negocio familiar.
poner hierros y traer fruta fresca.
Nos levantamos a las 4 de la mañana,
estamos aquí a las 4 y media, 5.
Nosotros vendemos fruta y verdura que viene fresca de Mercalaspalmas de los agricultores.
Nosotros somos una asociación de nueva creación, llevamos un año.
Parte de la recaudación que tengamos aquí la destinamos a personas necesitadas de Jinámar.
- Falta un palo largo ahí, ¿no?
Es el mejor mercadillo que hay,
porque es el más amplio, el más abierto,
es una zona súper segura,
está súper bien controlada por el Ayuntamiento y por toda la gente.
Como una pequeña familia de los domingos.
Todo el mundo se apoya, todo el mundo te ayuda,
todo el mundo todo.
Con todo el mundo nos llevamos bien y con todos nos ayudamos unos a otros.
Desde pequeño, mi abuela siempre me trae todos los domingos.
Siempre nos hemos comprado las cosas aquí de reyes y demás.
Y a mí me encanta venir.
Me siento en familia.
- Muchísimas gracias, hasta luego, ¡buen día!
- ¡Chocolate, millo, papas, arándanos!
Para mí los comerciantes tienen un valor muy importante,
ya que tienen un trabajo muy esforzado.
Cuesta levantarse a las 5 de la mañana,
mantener un puesto, montarlo, demontarlo.
Nos traen productos de calidad.
Pues hoy compré unas cebollitas y unos pimientos para hacer de comer, para hacer la comida hoy.
Me gusta porque yo necesito estar ocupada y necesito estar entretenida.
Y entonces, para mí la mejor labor que hago es esto.
- ¡20 mascarillas a 1 euro!
Mi trabajo me gusta porque trabajo para mí misma e intento sacarme un sueldo.
A mí me ha aportado toda la vida mi seguridad en mi casa, en mi vida y trabajar para mí mismo.
Lo podemos llamar como un negocio familiar.»