Hoy hemos decidido tomar café en un lugar diferente. Los secadores, las tijeras y los espejos son muy frecuentes en este lugar. ¿Se imaginan ya a dónde hemos ido? No te pierdas este episodio de El Cafecito.
«¡Hola, hola Jinámar! Hoy hemos decidido ponernos guapas
y qué mejor lugar para ello que el salón de Peluquería y Estética Sonia Martín, que lleva más de 30 años en nuestro barrio.
Y ya de paso, a ver si Sonia nos invita a un cafecito.
Ya tenemos el sitio.
Ahora conozcamos a nuestras protagonistas.
Nuestra primera invitada se llama Esther, lleva más de 50 años viviendo en Jinámar, es voluntaria en Cáritas y hoy viene a arreglarse el pelo.
Nuestra siguiente invitada se llama Cristina.
Es conocida porque sus padres son los dueños del restaurante La Cruz en Jinámar y aparte de echarles una mano en el negocio familiar, Cristina es cantante.
Y por último, como buena anfitriona, hoy nos acompañará Sonia, la dueña de la peluquería, claro.
¿Y si ya estamos todas? 3,2,1…
¡Comenzamos!
Yo he ido de generación en generación
y los que me traían a sus hijos…
En el patronato, ahí todos los martes música…
Baladas, boleros, soul, un poquito lo que me va, lo que me va naciendo del corazón.
¡Hola, buenas!
– Hola ¿qué tal? -¿Qué tal mi niña?
– ¿Tu eres hija de Lucía? – Sí, sí.
¿Qué tal?
¿Todo bien?
Sí, muy bien.
– Pero no sabía que era hija de ella. – Sí.
– ¿Que te vas a hacer Cris? – Las uñas.
– Vale, espérate un poquito si quieres y Fabiola enseguida viene ¿vale?
– Vale, gracias. – Pasa por ahí.
– De nada.
– Hola, buenas. Hola Cris.
– Hola Fabi ¿qué tal? – ¿Qué tal?
– ¿Y qué tal tus padres Cristina? – Como siempre.
– Pues bien, trabajando como siempre, pero bien.
– Súper bien, la verdad. – Me alegro.
– ¿Y el bar? ¿Todo bien? – Bien, bien. Muy bien, la verdad es que no nos podemos quejar.
– Se come bienísimo ahí. – Muchas gracias.
No sabía yo que eras hija de ella.
– Sí, sí, sí. -Estupendo.
-Sí, ella además se dedica también a cantar. ¿Verdad?
A hecho algunas cositas.
-El otro día estaban diciendo que te salga bien el canto?
No sé, ¿que ibas a cantar ardas o algo de eso?
¿Estuviste aquí? -Sí, el viernes pasado canté en Arucas y quedé segunda.
Muchas felicidades, Cristina.
El talento en Jinámar es oro puro.
Pero miren qué divina esta Esther.
Se nota que Sonia es toda una profesional.
¿Te ves bien, verdad?
– Muy bien, como siempre. – Bueno
– Me alegro. – Sabes que no me pongo en otras manos que no sean las tuyas.
-Ya, estaría bueno después de tantos años ¿no? – Muchísimos años, yo creo, no sé si seré la más vieja, pero…
– Una de ellas. – Una de ellas.
– Y yo empecé con 19 años. – Una niña, me acuerdo de eso.
– Llevo aquí ya 33, hacemos en septiembre.
– Pero ya ves, yo he ido de generación en generación… – Si señor.
y los que me traían a sus hijos hoy me traen a sus nietos o sus hijos, me traen a sus hijos y yo los sigo viendo crecer, las familias completas. ¿No te acuerdas además que fui a Tenerife a peinarte?
– ¿No te acuerdas? – Hombre, hombre.
Eso para mí, hasta lloré, tu lo sabes.
– Sí, lo sé. Lo sé. – Hasta lloré porque yo no sabía donde me metía.
– Fue importante para ti y para mí también fue muy importante.
– Fue un momento muy bonito. – Yo es que no sabía…
no sabía qué hacer. – Bueno.
Y me hiciste de un pelo chico, me hiciste un recogido.
– Lo que a mí me gusta.
Un gran recogido.
– Siempre te lo tendré en cuenta toda la vida porque mi cabeza no la ha tocado nadie que no hayas sido tú.
– Así tienes ese pelo tan bonito. – Hombre, porque tú me lo has cuidado.
Bueno, Esther, como ya estás lista, si quieres nos tomamos un cafecito antes de marcharte.
¿Cristina quiere un cafecito, cariño?
¿Cristina quieres un cafecito, cariño? Ay, sí, la verdad es que sí.
– Vale, ¿un café o un cortado? ¿qué prefieres? – Un cortado.
-¿Y tu? – Cortado. Cortado con sacarina.
Mari Carmen, ¿tu cuando puedas traes dos cortaditos?
Que amable Mari Carmen.
Al final hemos conseguido tomar café. Oye.
– Perdón. – ¿Sí?
– ¿Y usted cuántos años lleva aquí en Jinámar?
Justo 55. Yo dije 60.
Pero después preguntando a mí me dice No, llevamos 55 aquí en Jinámar.
¿Y conoce el restaurante entonces me dijo?
Sí, por una compañera del centro, una tal Isabel, que me dijo mira, vete arriba, que se come muy bien, es subiendo arriba las pendiente es por ahí para arriba.
– Subiendo aquí en Lomo Blanco, sí. – Es que se come muy bien ahí en casas de tus padres.
– Sí, llevamos 32 por ahí añitos.
Pero lo que yo hago más es la música.
O sea, que estas centrada en tu música. ¡Qué guay!
¿Y qué clase de música cantas?
Pues canto un poquito de todo, excepto reguetón.
Vaya, justo mi género favorito.
Ah, muy bien.
Balada, bolero, soul.
Un poquito lo que me va naciendo del corazón.
¿Cantas tú sola o tienes una orquesta?
Estaba un coro de gospel en la agrupación de música puertorriqueña y ahora estoy volando sola.
Mira, por ahí viene el café.
Mari Carmen es súper rápida.
Esther, ¿tú no estabas en una rondalla?
-En una rondalla. -¿En una rondalla verdad?
-Ahí en el Patronato.
Sí, todos los martes hay música para la gente que se quiera apuntar.
Guitarra, timple, lo que sea.
Pues qué bien.
Solemos ir todos los martes.
¿Cómo ha cambiado, eh? Jinámar.
-Sí -Y yo, que llevo tantos años,
he visto evolucionar todos los negocios,
la gente que era jovencita.
Pues ahora se dedica más también a hacer cosas por el pueblo.
Y a hacer gimnasia en el polideportivo.
Se hacen muchas cosas para gente mayor y todo.
Sí, sí.
¿Bueno, de hecho, tú haces algo también en
ayuda a las personas necesitadas?
Sí, 13 años llevo ya.
-Vale,¿con personas necesitadas o con? -De la calle, gente de la calle.
-que no tiene donde comer y
– Ni ducharse, ni lavar. -Nada. ¿Y que hace?
¿Haces de comer?
-Hago de comer, las voluntarias somos cinco y cada día hace una.
-¿Cada día hace una persona de comer y se los lleva a ellos?
-Se lo llevamos
-¿Al centro?
-Al centro, ellos se duchan, lavan la ropa y luego se sientan a comer.
¡Pues qué buena labor!
-Maravillosa. – Es una labor maravillosa.
Estamos muy orgullosos de que en nuestro barrio haya personas como tú Esther.
¡Ole esa Esther!
¿Cristina, tú como valoras el avance de Jinámar?
Se han hecho más actividades para la gente joven y ahora se abrió
también, aquí en el pueblo, una academia de inglés hace tiempito.
Y estoy yendo a la academia de inglés.
Sí, y súper bien, la verdad.
¿Hay muchos negocios nuevos en el pueblo, verdad?
Y además con la reapertura del polideportivo.
Se ha movido un montón la gente joven, los niños con el deporte super bien, la verdad.
Bueno. -¿Pero ahora tú ya vas más centrada en?
-Un poco más centrada en la música,
porque pretendo presentarme en septiembre al casting de Operación Triunfo.
Espera un segundo.
¿Qué? Eso no me lo voy a perder.
Yo estoy pensando en lo que te voy a hacer en este pelo cuando vayas.
Tú sabes que yo en tus manos.
Tu pelo da muchas posibilidades, así que algo bonito te haremos.
Tú sabes que yo siempre en tus manos, sólo tocan mi pelo ustedes.
Como tiene que ser.
Les tenemos bien enseñadas.
Tenemos que saber que día cantas para mirar.
Sí, sale en YouTube se transmite a través de YouTube el día 6 de septiembre.
El 6 de septiembre.
A ver, espera que miro la agenda, ¡ah! Sí, me viene genial.
Apuntado queda.
Si vamos a ver si hay suerte.
Estaremos pendientes.
Me presenté Gotalent hace, bueno en 2020 y pasé hasta la fase en la que se va a Madrid, pero se hizo online por el tema del Covid.
Y no tuve suerte.
Pero bueno, todos son experiencias.
-Claro hay que intentarlo. – Son cosas que suman y claro, luchar por el sueño de uno.
Parece que Esther también canta.
¿Qué género cantas Esther?
¿No será reguetón, verdad?
Bueno, a mí dame Isas y Folías y me vuelvo loca.
Claro, la música llena el alma.
-Y malagueñas, eso es lo mío.
Bueno, también me vale.
Sonia, indirectamente, intenta que Cristina nos cante algo.
¿Y tú, Cristina?
¿Qué canción vas a cantar en OT?
Pues bueno, voy a cantar muchas, pero te puedo cantar un trocito de una si quieres.
¡Ay! bueno, si nos hicieras ese favor.
Sí, bueno y a ustedes más todavía.
Bueno, que ilusión.
Y es que no sabes lo que tu me haces sentir.
Si tú pudieras un segundo estar en mí, tal vez te fundirías esta hoguera de mi sangre y vivirías aquí y yo abrazada a ti.
Y es que no puedo estar sin ti.
¡Qué bonito!
Creo que se me ha metido algo en el ojo.
-¡Qué bonito! -¡Qué bonito!
Ya tenemos el corte de pelo, las uñas, el café y la canción.
Madre mía la cuenta que nos espera.
Nos despedimos de este episodio de El cafecito.
¡La cuenta!»