«¡Buenas tardes Jinámar!
¿Primero que todo, cómo están las máquinas?
¡Uy!, esta no parece que esta no esta tan bien.
Pero bueno, el cafecito vuelve al barrio y en el día de hoy lo tomaremos en una máquina de café de esas que te encuentras en todos lados.
Hemos colocado una cámara encima de una de ellas, la que está en la Gerencia, a ver qué pasa. Pero antes conozcamos a nuestros protagonistas.
En primer lugar contaremos con Juan Antonio Peña, el alcalde de Telde,
Juan Antonio, aparte de ser alcalde, también es periodista.
En segundo lugar, con una película a sus espaldas que da mucho de que hablar, el actor, director y profesor de teatro Jon Arráez.
Y por último, pero no menos importante, contamos con Gabriel, cantante de ópera profesional.
Cchiu’ bello, oi ne’
Y ahora que estamos todos, ¡comenzamos!
Que no siempre es en positivo.
Cuando tenemos talento, tenemos arte, tenemos muchísima gente que quiere emprender.
La cantidad de artistas que hay por metro cuadrado.
Yo creo que la cultura es superimportante y en todas las ciudades tiene que haber cultura.
-¡Hola! -¡Hola!
-¿Qué tal?
¿A tomarte un café?
Sí.
-Juan Antonio Peña, ¿no? -Sí, si. ¿Qué tal?
-Hola, buenas. -¿Cómo estamos?
-¡Buenas!
-¿Bien? -Muy bien.
-¿De paseo por aquí, por la zona? -Sí.
Parece que es el momento del café, que nos hemos encontrado aquí.
-Hola,¿qué tal? -¿Cómo estamos? Juan Antonio.
-Gabriel, encantado.
¡Buenas! -¡Muy buenas!
-Gabriel. -Es que me quedé un poco atónito, porque uno no se encuentra en una máquina de café todos los días al señor alcalde de Telde. – Sí.
Lo de señor ya lo puedes dejar, Juan Antonio. ¿Y ustedes? ¿Nombres?
-¿Qué tal? Gabriel Álvarez. -Gabriel.
Y yo soy Jon Arráez.
Que también me suenan las caras y los nombres, ¿no?
¿De aquí? ¿De Jinámar?
Yo afincado en Jinámar desde hace cuatro años, pero natural de Teror, nacido y criado en Teror desde chiquitito.
-¿Y a qué te dedicas? -Soy actor, actor y director de teatro.
También doy clases de teatro.
-Que bueno. -En todo lo que tenga que ver con el teatro.
-Que guay. -¿Y tú?
-Yo soy de aquí, de Jinámar desde pequeñito, mi familia se crió en en el Callejón del Castillo.
No sé si saben dónde es, en la fonda. -Sí, claro.
Y bueno, ahí estuve en el cole y tal y después pasé a vivir aquí.
Y sí, desde pequeñito aquí, soy cantante de ópera profesional.
-Que bueno. -Y nada, me dedico a eso.
Terminé la carrera este año justamente y poco a poco.
¿O sea que son teldenses de éxito y vecinos de Jinámar de éxito no?
¿Nadador también profesional?
Sí, bueno, desde pequeñito ahí tengo una historia que empecé a nadar por circunstancias de una pequeña enfermedad que tenía de pequeño y bueno, me obligaron los médicos a nadar. No me gustaba nada cuando era un crío y después ya se convirtió en mi estilo de vida, mi manera de entrenar diaria y también con pausas a lo largo de mi vida, por los estudios, por la política ahora, pero a ver si la retomo también. Pero mira que me alegro que sean de aquí y que lleven el nombre de Telde por ahí por el mundo y que se hable en positivo que es algo muy bueno de todo de Telde, de un barrio tan importante como Jinámar.
Totalmente de acuerdo, son unos máquinas.
Jon, Jon, ¿qué destacarías tú de Jinámar?
La cantidad de artistas que hay por metro cuadrado.
Quien no toca en una parranda, esta en una rondalla, quien no hace teatro, quien no baila.
Y creo que al fin y al cabo eso es positivo para cualquier sociedad.
Sí, totalmente.
Yo creo que es importante y creo que al final una ciudad sin cultura es una ciudad abandonada y es una ciudad sin alma.
O sea, yo creo que la cultura es súper importante
O sea, yo creo que la cultura es súper importante y en todas las ciudades tiene que haber cultura.
Pues Jinámar con la población que tiene a veces es una pena como salen en los medios de comunicación o tenemos esa imagen a lo mejor de otros momentos históricos en el que no siempre es en positivo.
Cuando tenemos talento, tenemos arte, tenemos muchísima gente que quiere emprender, tenemos muchísimas personas mayores comprometidas con el barrio, que cuidan el jardín.
Esta mañana mismo, atendí a gente que quería que le pusiera el agua en su huerto para poderlos regar, atender. Es decir, el compromiso que hay de barrio, de hacer y de construir y de apoyar.
Este es un sitio maravilloso para vivir.
Hay que hablar en positivo y tenemos que destacar, tenemos que hacer el esfuerzo entre todos de sacar ese potencial.
Y también ahí están los cargos públicos de las instituciones, de ayudarles y darle visibilidad, porque lo malo, un suceso o cualquier historia abre periódicos y medios de comunicación fácilmente.
Pero, si es verdad, que tenemos que contribuir todos, que yo sé que los vecinos y vecinas de este barrio lo hacen y se dedican en cuerpo y alma a construir.
Y ahí los cargos públicos, las instituciones, tenemos que terminar de apoyarles y dotar también de servicios.
Es decir, que Jinámar tiene que tener una dotación de servicios importante para evitar también a veces esos despliegues o esas transiciones a otros lugares.
La verdad es que este cafecito está dando para mucho.
A ver, escucha, parece que Juan Antonio tiene una pregunta para nuestros artistas.
¿Cómo está la cultura en el municipio y que se puede mejorar?
Se nota que es periodista.
¿Para mí? Infraestructura. En mi caso, en lo que a mí me compete el teatro, unas salas de teatro que estén preparadas.
Normalmente, nos encontramos en los barrios, en los sitios más pequeños, escenarios, cortinas negras y dos foquitos, y con un poquito más se podrían hacer cosas muchísimo más espectaculares.
Yo soy un fiel defensor de sacar el teatro a la calle y creo que Jinámar tiene sitios, el Parque de la Condesa, la plaza del pueblo, los 20 parquecitos que hay en cada calle donde se podría hacer una obra de teatro si tuviésemos el material necesario.
Yo, por ejemplo, vengo de una familia humilde y pobre y entonces poco a poco he ido saliendo.
Ahora, gracias a Dios, pues tengo un trabajo en el teatro, trabajo como solista y voy viajando por ahí y puedo mantenerme.
Pero al principio me costó mucho porque al final venía una familia más humilde.
Entonces también dar esa oportunidad de abrir un poco el campo a gente que a lo mejor tiene muchísimo talento pero están en sus casas porque no lo pueden explotar, porque no tienen los medios suficientes para poder llevarlo a cabo.
¿Y han podido triunfar aquí?
¿O han tenido que salir para reconocerse el talento de cada uno?
Yo he tenido que volver.
Estuve diez años en Madrid, acabé rodando una película muy importante con un director, Joaquín Oristrell.
Es 85 minutos de plano secuencia. Y claro, era mi primera película y mis compañeros de reparto eran Marta Etura, Antonio de la Torre, Raúl Arévalo, Juan Diego Botto.
Gente con la que yo, vamos, ni en mis mejores sueños había soñado que mi primera peli iba a ser así. Pero después de diez años volví y aquí es donde me he realizado.
-Que bonito. -Con trabajo todo se puede conseguir.
Yo la verdad es que tengo suerte, he trabajado bastante aquí, he debutado ya muchas veces con la Orquesta Filarmónica.
También es lo típico de que tienes aspiraciones a salir un poco, a que te conozcan fuera y ya después ya volver a tu tierra con un nombre, por así decirlo.
Aunque gracias a Dios aquí poco a poco lo voy teniendo, aunque todavía soy joven y me queda muchísimo, muchísima andadura, pero lo he conseguido.
Gabriel, no seas humilde, cuéntanos tu próximo gran hito.
Ahora mismo debuto el 25 de octubre en el Teatro Real en Madrid, que es mi debut por fin ya, con 29 años, que ya es como el esperado, porque la vida del músico es una vida muy difícil, que él me entenderá, porque al final es muy complicado. Hay muchos meses que estás paradísimo, que no tienes absolutamente nada y tienes que estar ahí pagando el autónomo y tal. Y entonces, claro, es complicado.
Mucha conversación y poco tomar café. Yo creo que se les está enfriando.
Coincidir aquí en esta máquina de café, pues la verdad que es una alegría.
No sé si nos volveremos a encontrar los tres a la vez, pero seguramente que los veo por ahí en algún sitio, pero que estoy abierto a escuchar todas esas propuestas y hay que estar en la calle pues mira esta coincidencia nos sirve para hablar de cultura, hablar de proyectos y sobre todo, escuchar las sugerencias, que es muy importante. Y yo digo que que las ideas siempre, la creatividad está en la calle.
Entonces Jon nació en Teror, vivió diez años en Madrid y ahora en Jinámar. Tengo curiosidad por saber cómo llegó al barrio. A ver si alguien se lo pregunta.
¿Cómo es que viniendo de Teror pues has acabado aquí en Jinámar?
Por amor, por amor y terminé enamorado del barrio.
Mi pareja es de Jinámar y claro yo al principio pues tenía justo lo que hablaba antes. -Prejuicios. Del prejuicio, de lo que se hablaba,
que era Jinámar y según puse un pie dije: espérate -No es cierto.
-Espérate, que puedo ir a cualquier hora del día y de la noche por la calle, que no pasa absolutamente nada, que la gente no solo es amable, es hospitalaria.
Esto esta haciendo el típico café canario, se juntan un par de ellos y se pasan toda la tarde alegando. Aunque bueno, parece que a Gabriel se le está haciendo tarde.
-Pues nada, yo… -¿Te tienes que marchar?
-Creo que sí. -Yo creo que nos hemos entretenido.
Que hemos venido a un café. -Que se me hace tarde.
-Nos ha salido una conversación. -Y la gran excusa de los artistas, lo siento, tengo ensayo.
-Pues nada. -Así que nada, encantado.
-Mucho éxito. -Nos vemos. -Un placer.
-Igualmente, nos vemos. Hablamos. -Voy a seguir descubriendo el barrio.
-Venga, nos vemos. -Enhorabuena.
Y con esta despedida acabamos.
Pero por favor, que alguien venga a pagar la cámara.
Nos vemos en el siguiente episodio del cafecito.»