En el año 82, nací en el hospital, en el Materno y a los tres meses ya me vine a Jinámar.
Hola, soy Iván Torres y soy de Jinámar.
El pequeño de seis hijos, una familia muy humilde, una familia trabajadora, colaborábamos todos.
Mi madre se empeñó siempre al 100% en que nosotros estudiáramos porque ella no pudo estudiar.
Poco a poco me di cuenta de que el querer tocar la guitarra era una excusa para poder expresarme con la voz.
Los 99, 2000 fue cuando ya me lancé a montar la primera banda y ahí fue cuando todo empezó a cobrar ya más sentido.
La verdad que desde ahí no he parado.
Cuando estamos fuera los canarios nos juntamos para hacer piña y conocí a Javi Moreno.
A la vuelta, al año siguiente, cuando ya volví de Madrid, Javi me llamó para montar una banda y esa banda se convirtió en lo que sigue siendo hoy en día Efecto Pasillo.
Hemos podido seguir viviendo de la música desde aquel “Pan y Mantequilla” que hicimos en 2012.
Un referente importantísimo fue mi hermano Carmelo, porque en casa siempre se escuchaba música.
Pero sí es verdad que el hecho de cantar, escuchar música conscientemente y dedicarse a eso, yo lo vi en mi hermano.
La verdad que para mí es un orgullo, para toda la familia, tremendo, el tenerlo cerca siempre.
Insisto, que no cambia siendo artista, que nunca ha cambiado y eso para nosotros no llega al corazón.
La humildad, la constancia, el respeto por el trabajo son valores que se me inculcaron a mi aquí.
Jinámar es un barrio que te ofrece todo tipo de posibilidades y encima es un barrio que lucha y que se hace a sí mismo.
Por eso, merece la pena seguir luchando y seguir viviendo aquí.