Tras décadas de abandonos injustificables, incumplimientos clamorosos e intervenciones insuficientes el Valle de Jinámar tiene un Plan, un proyecto para su mejora extenso, integrador e inclusivo: formado por gran número de elementos y programado para desarrollarse en diez años, diseñado para que progrese la calidad de vida y la cohesión de su comunidad y comprometido en hacer a sus vecinas y vecinos los principales actores del mismo.
Un programa que, por primera vez, concita una decidida voluntad institucional -patrocinada por el Ayuntamiento de Telde- de coordinarse y aportar recursos a esa planificación integral, contando con la colaboración de los Ministerios de Fomento, de Trabajo y Asuntos Sociales, la Comunidad Autónoma de Canarias, el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.
El Plan Integral del Valle de Jinámar se desarrollará en tres ejes interrelacionados:
A) Urbanismo y Convivencia Vecinal. Centrado en la rehabilitación de las viviendas, de la accesibilidad y la movilidad vial, el mejoramiento de las dotaciones de servicio comunitario y el aseguramiento de las condiciones medioambientales de sostenibilidad barriales. Las actuaciones en el medio convivencial irán destinadas a la participación y el empoderamiento comunitario de quienes son los principales protagonistas, las y los vecinos de Jinámar.
B) Inserción Sociolaboral y Promoción de la Iniciativa Económica. Orientado a poner remedio a los altos índices de pobreza, de déficit en cualificaciones profesionales, de desempleo y de falta de oportunidades de emprendimiento que afectan a la comunidad.
C) Intervención Socioeducativa, Familiar y de Salud Comunitaria. Dirigido a atender a las problemáticas que originan el abandono y absentismo escolar, los bajos niveles educativos y las situaciones de precariedad social.
Sí, Jinámar tiene, por fin, un buen plan. Y, esta vez, será de todos.