mi nombre es Ceferino Rodríguez, más conocido como Ferino V. Muchos saben que he sido Campeón de España, Campeón de la Unión Europea, Campeón del Mundo Latino y por último Campeón de Europa EBU. Éso en el campo profesional, de amateur también fui Campeón de Canarias en 9 ocasiones y Campeón de España 2 veces y otras 2 veces medalla de plata. Todo eso suena muy bien, es la parte bonita. Lo que nadie conoce es lo que hay detrás; las horas de entrenamiento, las dietas, los fines de semana metido en casa descansando para afrontar una nueva semana con todas las energías posibles para rendir al máximo en cada entrenamiento.
Yo empecé en el mundo del boxeo con 13 años. Padecía de sobrepeso y le pedí a mi padre que como regalo de cumpleaños me regalara la cuota del gimnasio de boxeo. A los tres meses hice mi primera exhibición y no me fue nada bien. Yo era muy nuevo y me tocó con un chico experimentado. No fue muy agradable pero creo que gracias a eso le eché más ganas y me esforcé para quitarme esa espina algún día. Al cabo de unos meses más ya había bajado algo de peso y pude hacer otra exhibición. Esta vez me salió bastante bien, así que me sentí bien porque todo ese empeño y trabajo que había pasado tuvo su resultado. Así que seguí entrenando para hacer un combate de boxeo. Me fue bastante bien y fui a mi primer campeonato de Canarias. Quedé medalla de bronce pero muchas personas me vieron vencedor y me animaban porque veían talento en mí. Al poco tiempo pude pedirle la revancha a ese chico que me había ganado y le gané. Me pasó más o menos lo mismo en el campeonato de España.
Con todo esto me gustaría expresar que para logar algo en la vida, para tener éxito no hay caminos de flores y caminos sencillos. He tenido varias derrotas pero siempre he vuelto con más ganas y cada vez que vuelvo me siento más fuerte y más sabio. Creo que por eso existe el dicho de que «los edificios de éxitos se construye con los ladrillos del fracaso». Y yo lo he vivido en primera persona y creo que tiene toda la razón. Lo que quiero decir es que hay que arriesgarse a hacer lo que uno quiere y siente, sin pensar en el qué dirán y sin pensar en los inconvenientes. Pienso que hay que disfrutar haga lo que se haga en todo momento.
El boxeo para mí me ha sido muy sacrificado. He estado más de la mitad de mi vida boxeando. Cuando mis amigos venían de la playa yo los veía llegar desde el gimnasio, con plásticos para poder bajar de peso. Antes de ir al instituto tenía que ir a correr y a entrenar. Mis amigos se reían de mí, pero hoy en día me lo recuerdan y me admiran porque he insistido y luchado por mis sueños.
Desde aquí les mando todo mi apoyo y les animo a luchar por lo que desean, cueste lo que cueste. El Plan Integral de Jinámar es una buena oportunidad para los jóvenes del barrio; talento escondido. Los chicos del valle merecen una oportunidad sólo deben implicarse un poco y confiar, verán los resultados.